Retomamos nuestra programación con una comedia que encierra una acertada crítica social para salir del largo y caluroso verano, mientras recibimos el apacible otoño, mucho más benévolo y ojalá que también lluvioso.
Como gesto de bienvenida, previamente a la película El Triunfo, os ofrecemos el cortometraje “Sueños” un proyecto realizado por personas con muchas diversidades, un previo del largometraje que CineCercano apoya por tratarse de una producción local, cine social y comprometido con una cultura más igualitaria.
El Triunfo la dirige un hombre y la protagonizan muchos hombres, puesto que se desarrolla en una prisión masculina, pero a pesar de todo ello, las mujeres no han sido postergadas, pues las pocas que intervienen lo hacen desde posiciones de poder y de autoridad.
El francés Emmanuel Courcol coescribe y dirige su tercera película, una divertida comedia, inspirada en un sorprende hecho real. En la película El Triunfo nos encontraremos con un actor con una vida patas arriba y un grupo de presos cansados de esperar una segunda oportunidad. Aquí mira a los reclusos y a los actores de frente y con suficiente cariño para contarnos que el teatro puede seguir siendo ese viaje a ninguna parte. Unas oportunas críticas sociales redondean una cinta que nos demuestra que todos antes o después esperamos a Godot, y que, si este no se presenta a nuestra cita, es cuestión de espabilarse y de llenar nuestras vidas de amor y de humor.
Para saber más:
Ana Ibáñez nos presentó esta película y nos dejó esta reseña. Gracias Ana por tu amabilidad.
Le Triomphe es una película francesa de 2020 dirigida por Emmanuel Courcol,
un actor, guionista y director que, además de esta película, dirigió Alto el fuego
(2016) y participó en el guion de Welcome (2009), que ganó el premio al Mejor
guion en el Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón. Le Triomphe obtuvo el
Premio del Cine Europeo a la mejor comedia.
Marc Bordure, el productor, le mostró a Courcol un documental sobre un
director de teatro, Jan Jönson, que había puesto en escena Esperando a Godot
con los internos de una prisión en Suecia. La obra tuvo tanto éxito que se
fueron de gira hasta una representación final en el Teatro Real de Gotemburgo.
Jönson terminó haciéndose amigo de Samuel Beckett y volvió a representar
Esperando a Godot en Estados Unidos, en la mítica prisión californiana de San
Quintín.
Courcol empezó a pensar en una transposición francesa contemporánea, pero
no lo vio claro y puso el proyecto en suspenso, aunque Marc Bordure estaba
convencido de que era una historia para él y decidió esperar.
Recuperó el proyecto en 2016. No quería hacer una película desesperada
aunque la realidad fuese oscura, ya que piensa que mientras exista un elemento
humano, siempre hay un rayo de esperanza. Se dio cuenta del gran potencial
emocional, cómico y dramático de este grupo de prisioneros «a años luz de
Beckett», pero, en el fondo, mucho más cerca del mundo de Esperando a Godot
de lo que podría imaginarse, por el vacío, la desesperanza y la ociosidad que
conforman su vida diaria; además, en la historia real, a los presos les
impresionaba mucho este texto universal.
El resultado es una película coral, multicultural, que juega con lo dramático y lo
cómico, que muestra el poder sanador y reconciliador del arte y cultura.