Upon Entry es la segunda película del VI Ciclo Miradas de Cine sobre la Cooperación y la Solidaridad, que proyectamos en colaboración con el Departamento de Cooperación y Solidaridad del Ayuntamiento de Córdoba.
Upon Entry, de Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez, nos cuenta una historia que a nadie nos gustaría vivir, Elena y Diego deciden irse a vivir a Miami, pero tienen que hacer escala en Nueva York donde los servicios de seguridad ven indicios de sospecha ¿quien puede controlar los nervios cuando se siente en situación de vulnerabilidad?
Alberto Ammann y Bruna Cusí protagonizan ‘Upon Entry’, un retorcido thriller, “uno de los thrillers españoles más tensos del año” según palabras de Carla Monfort en Espinof.
Para saber más:
No ser y no estar
Lian Morales Heredia
“Upon entry” (La llegada, 2022) ha sido la más reciente de las proyecciones de Cine Cercano y, como siempre, no decepcionó. El thriller psicológico narra la peripecia migratoria de una pareja de barcelonesa y venezolano proveniente de España en una frontera aeroportuaria estadounidense.
Destaca en este filme el estilo teatral, basado en una estructura de diálogos de principio a fin en espacios interiores, en escenas donde, como regla, no pasan de tres los personajes interactuantes.
Del interior de un coche al de un avión y enseguida a los de una terminal y luego a los de una aduana, siempre estamos encerrados. Los espacios cerrados, el límite espacial, “la frontera”, definen eficazmente tanto la estructura dramatúrgica como la visualidad de este relato fílmico.
Estamos junto a los dos protagonistas en un encerramiento permanente, claustrofóbico en los momentos más ansiosos de los interrogatorios. La angulación y los encuadres, lógicamente circunscritos a los planos medios cerrados y primeros planos, enfatiza el diálogo de la dominación y la inferioridad, dentro de una atmósfera opresiva, vejatoria de la intimidad y de la libertad.
Punto meritorio es también la actuación, en especial las interpretaciones del cuerpo aduanero, desde el primero hasta el último de estos personajes, en especial la agente. Son potentes pero sobrios, desempeñan funciones casi deshumanizadas pero con una veracidad muy plausible, con una conducta robótica pero con una sutil “pizca de sal y pimienta”. Ese actuar como de máquina, pero que sabe y comprende lo que quieres, ese juzgar y a la vez, al final y en el fondo, no juzgar.
Tal dicotomía, compartida de alguna manera por todo funcionario, ese ser que siendo humano debe cumplir y hacer cumplir normas a otros pese a sufrimientos y sentimientos, se explicita incluso con claridad más que meridiana. La agente llega a decir que no juzga, pero también que prefiere al que cruza y le tiene más respeto.
Se establece un aliciente al conflicto moral que podría surgir entre la ley y el bien, ese aliciente dado en una moral con códigos muy humanos, incluso de identificación con el inmigrante, habida cuenta también de que la funcionaria en cuestión es latina. Esta agente, latina sin que haga falta que ella o alguien más lo “declare”, manifiesta que respeta más al que emigra “cruzando” (ríos, mares, selvas) en lugar de intentarlo cortejando mujeres. O sea, resulta más genuina y legítima la vía que de hecho es “más ilegal”, pero más sincera.
Obviamente el debate posterior a la proyección fue nutrido. Del público de Cine Cercano, que una vez más llenó la sala, permanecieron cerca de 40 para compartir criterios. Analizaron desde el halo de estilo teatral en la estructura narrativa y la puesta en escena hasta las consideraciones morales sobre los derechos y libertades, los sesgos políticos, la discriminación, las crisis migratorias. Entre el asombro y la identificación, los asistentes se preguntaron una y otra vez si “pueden hacer eso”, refiriéndose a los procederes de los agentes de inmigración, lesivos de la intimidad, la dignidad, la libertad.
Hubo también testimonios de extranjeros, incluidos de Latinoamérica, y de españoles. Anécdotas sobre el escrutinio de la intimidad y, en general, acerca de las exigencias y procederes de los agentes migratorios y de embajadas, no ya de Estados Unidos sino de la propia España. Se contaron casos de personas que no lograron el permiso de viaje a tiempo para ver a un familiar grave en España, menores o familias varadas en la frontera en el aeropuerto de Barajas, entre otros dramas.
Después de tensar la relación, el afecto, para ver cuánto había de real y cuán serio o fuerte era ese amor, ese nexo que era la posible y única vía de entrada para el protagonista masculino, todo termina en un abrupto y amargo “Bienvenidos a Estados Unidos”. Un formal simbolismo que encierra todo el drama. En el mismo lugar donde no estabas, por decisión administrativa estás.
“Upon Entry” (2022), dirigido por los venezolanos Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez, dura 1h 17min. Fue proyectado por Cine Cercano el 25 de febrero en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba, España.