
Para la presentación y debate posterior a esta película nos acompañará Gloria Palenzuela, docente, socia y colaboradora habitual de CineCercano.

La sorprendente Louise Mauroy-Panzani en el papel de Cléo, la niña de seis años sobre la que recae todo el peso de la historia maravillosamente real , dirigida y coescrita por Marie Amachoukeli-Barsacq.
Ella fue guionista antes que directora, ganó en 2014 la Cámara de Oro del Festival de Cannes con su primer film, Mil noches y una boda, una película codirigida con otros dos cineastas. Ama Gloria, su segundo trabajo, inauguró la Semana de la Crítica de Cannes 2023 deslumbrando con la presencia de la pequeña Louise Mauroy-Panzani, la auténtica sorpresa del film.
Cléo adora a Gloria, la mujer que la cuida desde que era un bebé. Gloria tiene que volver a Cabo Verde tras la repentina muerte de su madre, que se hacía cargo de sus hijos en la isla. Esto es una tragedia para Cléo que consigue arrancar a Gloria y a su padre la promesa de que pasarán el verano juntas en Cabo Verde. Basada en los recuerdos de la propia infancia de la directora, la película quiere rendir homenaje a todas aquellas personas que sin ser padres o madres, sienten un gran amor por los niños que tienen a su cargo.
La película es pura emoción.
La directora ha sabido reconocer el talento desbordante de esta incipiente actriz y se ha limitado a poner su cámara delante de ella para dejar que la magia fluya sola, de manera natural y casi milagrosa. Se trata de mostrar el mundo a través de los ojos de la pequeña. Los diálogos son claros y contundentes. Los planos son muy cercanos y captan todos los detalles que interesan a la niña y a su cuidadora. La cámara casi siempre está baja, a la altura de los ojos de Cléo.
- Para saber más:
Rtve.es/play/videos/dias-de-cine/dias-cine-ama-gloria/16078580/
AMA, GLORIA: LA MATERNIDAD VIENE DE MUCHAS FORMAS
• “Ama, Gloria” (Marie Amachoukeli, 2023) fue la proyección traída por CineCercano el pasado 23 de febrero al Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras. Estrenada en Cannes, forma parte del ciclo de Cooperación y Solidaridad del Ayuntamiento de Córdoba. Cléo queda huérfana de madre con tan sólo seis años, por lo que su padre contrata a Gloria, que la quiere y cuida como una madre biológica. Sin embargo, ante la trágica muerte de la madre de Gloria, debe dejar Francia para volver a su Cabo Verde natal para estar con su familia biológica. Ante la insistencia de la pequeña Cléo, ambas se reúnen en el paraíso africano para estar juntas de nuevo, y conocer las raíces y la cultura de Gloria.
Amachoukeli ha querido reflejar la maternidad en esta película de muchas formas, y sobre todo vuelve a su pasado usando al personaje de Cléo como una representación autobiográfica de su estrecha relación con su cuidadora, a la que le dedica el filme.
• La apertura y la clausura de créditos nos introducen la temática de la película: son escenas de animación con colores pasteles vibrantes que nos presentan la importancia de lo infantil y que dotan de inocencia y dulzura las emociones que transmite el filme. Esta animación, además, se inserta durante la película para enfatizar los sentimientos y las experiencias de la niña, en una gama cromática fría para las experiencias negativas o inciertas, con símbolos y personajes reconocibles por ella. El uso del color también lo vemos en el vestuario y el contexto: en Francia se usa un filtro más frío que en Cabo Verde, y los personajes franceses, sobre todo los masculinos, visten colores más apagados u oscuros sin estampados, mientras que los de Cabo Verde visten colores mucho más vibrantes y cálidos con estampados.
Dentro de los recursos técnicos podemos destacar los siguientes: una cámara en mano para hacer que el espectador se sienta presente en la escena, lo que dota de humanidad y cercanía a la historia del filme; destacamos, además, primerísimos primeros planos y planos detalles para enfatizar la emoción reflejada en los rostros de los personajes al ser una película que juega con estos sentimientos tan presentes y nos presentan escenas tan dramáticas.
Ama, Gloria nos hace referencia a diferentes puntos de vista sobre la maternidad. En primer lugar, reconocemos la maternidad como todos la conocemos, la biológica, de manos de la muerte de la madre de Cléo y más tarde de la de Gloria, produciéndose un paralelismo de la muerte y esa soledad y vacío que se llena con el amor de ambas. Pero, además, de la hija de Gloria que acaba de dar a luz y que rechaza en un primer momento a su bebé (lo que podría ser una referencia a la depresión postparto o a ese sentimiento de rechazo hacia una nueva experiencia que asusta a una madre tan joven como es la hija de Gloria.) Luego tenemos esa maternidad no biológica, pero que traza lazos tan estrechos como el de Gloria y Cléo, llegando la cuidadora a considerarla como su hija a ojos de otros y a introducirla a su familia como una más, lo que produce celos en el hijo biológico de ella. También existe un hilo narrativo colectivo en cuanto a maternidad, como esa escena en el hospital antes de pasar a consulta ginecológica, en la que vemos madres amamantando a sus hijos antes de pasar.
También cabe destacar la perfecta adaptación de Cléo a la cultura de Cabo Verde, carente de prejuicios y tabúes. Y es cierto que, si lo pensamos a la inversa, en el caso de Gloria viajando a Francia a labrarse una vida, ésta podría ser sujeto de racismo, xenofobia y prejuicios por parte de la sociedad europea, pero en el caso de Cléo, la sociedad de Cabo Verde la recibe con los brazos abiertos, introduciéndola a sus ritos, tradiciones y fiestas como uno de ellos. Esto nos habla de una madurez inigualable por parte del infante, y un amor incondicional por su cuidadora como para viajar a otro país totalmente diferente para estar con ella. Por supuesto, como cualquier otra niña, Cléo demanda la atención de Gloria que la lleva a celar al recién nacido de la hija de la cuidadora, y a tomar decisiones irracionales, pero totalmente normales para ser una pequeña de seis años, lo que nos habla de la inocencia de la niñez. Lo que podemos sacar en claro es la brillante actuación de Ilca Moreno que interpreta a una Cléo natural ante la cámara y versátil ante la representación de las miles de emociones que vive en la historia.
Por último, podemos adentrarnos a través de Gloria, en ese viaje que hacen miles de migrantes, desde sus países de origen a países en mejores condiciones para proveer económicamente para su familia. Esto supone unas consecuencias terribles en esa pérdida de identidad y de la relación con la familia biológica, como en el caso de Gloria, que al volver a Cabo Verde siente un cierto resentimiento y hostilidad por haberse marchado de su lado por tanto tiempo para darles una buena vida desde el extranjero. Desde luego podríamos decir que es uno de los daños colaterales del capitalismo y la desestructura de las clases sociales en el mundo.
• En general, esta película nos habla de muchas situaciones de la vida cotidiana, pero si tuviéramos que hablar de lo más importante, sería ese viaje de identidad personal que se desarrolla en la niña: cuando viaja de Francia a Cabo Verde por primera vez es una Cléo totalmente diferente a la que regresa a casa. Comienza a entender lo que es la ausencia de la figura materna, ya sea biológica o la de su cuidadora que es como una madre para ella, razona la importancia de pedir perdón y esperar su momento, y, por último, comprende que todo tiene un final y que la despedida de Gloria era algo necesario para ella, cerrar un capitulo con cariño, amor y muchos recuerdos.
Ángela Griñón Muñoz
“Ama, Gloria” (Marie Amachoukeli, 2023) se proyectó el 23 de febrero en el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras.